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A 30 años de un triunfo histórico - Primera Parte

A 30 años de un triunfo histórico - Primera Parte

Con el gran Hugo Porta como emblema, Banco Nación derrotó al seleccionado inglés y esa victoria derivó en que los de La Rosa no pudieran enfrentar más a equipos de clubes del medio local.

Aquél domingo los argentinos amanecían viendo en los titulares de los principales diarios una noticia fuera de lo común. El día anterior, 14 de Julio de 1990, en el estadio de Vélez Sarsfield ante 15 mil personas y capitaneado por el gran Hugo Porta, el Club Atlético Banco Nación derrotaba por 29 a 21 al seleccionado de Inglaterra. Sin dudas no fue un día más para el rugby argentino, ni tampoco lo sería para el rugby de Banco.

Desde mediados de los ‘70 Banco Nación era un club que se destacaba en el rugby de Buenos Aires  y le disputaba año a año los campeonatos que se repartían los dos colosos de San Isidro. Solo basta repasar las tablas finales de cada temporada para encontrarlo en lo más alto. 

Pablo “Pilin” Pérez nos recordaba que durante cinco años consecutivos su club salió segundo detrás del CASI o del SIC. Y fue en la década del ’80 donde lograron plasmar una nueva forma de jugar. A diferencia del estilo clásico y estructurado que todos practicaban, este grupo de jugadores, disfrutaba de correr, pasarse la pelota y mantenerla “viva”, con mucha continuidad y dinamismo. 

Algo similar a lo que se puede observar hoy en los equipos de Nueva Zelanda en el Súper Rugby. Esa forma de sentir el rugby los hizo sobresalir del resto y así obtuvieron los campeonatos de Primera División de 1986 y 1989.  Su juego vistoso y efectivo daba placer. Incluso aficionados de otros clubes iban a ver a Banco por esas cualidades. 

Los seleccionados internacionales, que por ese entonces nos visitaban en algunas giras, habitualmente realizaban siete partidos en nuestro país, de los cuales cuatro se disputaban en Buenos Aires. El primero, contra el último campeón local; el segundo contra el seleccionado de Buenos Aires y dos test match contra Los Pumas. Dada dicha metodología, a Banco Nación como el último campeón le tocó disputar el primer partido de la gira ante Inglaterra en ese año ‘90. 

El equipo Británico había obtenido el segundo puesto en el Torneo de las Cinco Naciones de ese año, y unos meses después, ya en 1991, no solo ganó dicho torneo, sino que fue subcampeón del mundial que lo tuvo como anfitrión, tras perder la final ante Australia. 

Sin dudas ese equipo de La Rosa era una verdadera potencia del rugby mundial. Su pack de forwards se caracterizaba por el gran tamaño y la potencia. En tanto, los backs ofrecían una defensa prácticamente infranqueable. La diferencia entre ambos planteles hacía pensar de antemano que las chances de los bancarios eran casi nulas.


LA SEMANA PREVIA


Sin dudas no fue una semana común para Banco. Enfrentar a un grande del rugby mundial no era cosa de todos los días. Así lo contaron los protagonistas de aquella victoria épica: 

“Vivíamos esos días previos con mucha intensidad y emoción. Yo sabía por mi edad (estaba a dos meses de cumplir 39 años) que esta experiencia iba a ser única y trataba de transmitirles a los demás la importancia del momento. Cuando te medís en un partido internacional, la intensidad, la velocidad y la potencia con la que se juega es distinta. Aunque ya habíamos realizados algunos partidos internacionales con el club, ahora se sumaba, lo anímico y lo emocional de hacerlo en Vélez, con la gran familia del club mirando allí el partido” –comentó Hugo Porta-. 

Para Pancho Rubio era difícil establecer equivalencias: “Nosotros previamente tuvimos partidos internacionales muy duros contra Waikato y Otago. También fue durísimo el que le ganamos a Canadá por 21 a 9 meses antes. Pero Inglaterra claramente no era lo mismo. La sensación que yo tenía era que nos iban a romper el cu.., por lo menos en un principio. Era como David y Goliat.”.

Algunos lo veían de otra manera, como por ejemplo Rolo Etchegoyen: “Yo estaba confiado y tranquilo. Tal vez había un poco de inconciencia de mi parte, pero confiaba muchísimo en el potencial que teníamos y sentía que había alguna chance de poder ganarles”.

Uno de los entrenadores era el Indio Fernández y analizaba como iban a plantear el partido: “desde el momento que supimos que teníamos que jugar contra Inglaterra, empezamos a pensar cuál sería la mejor manera de encarar ese partido. Lo más importante era mejorar la obtención de la pelota. La utilización ya la teníamos. Sabíamos que en el scrum no íbamos a tener problemas. Había que trabajar muy fuerte en el line y ver las diferentes tipos de alternativas que podíamos tener, para no repetirlo ni una  vez y así desorientar a esas torres que tenían. Jugarlo lo más rápido posible y que todos al llegar a la hilera supiéramos lo que se iba a hacer”.

Coco Soto contó cómo fue la semana previa: “Para ese partido entrenamos en el club martes y jueves como lo hicimos siempre, pero esta vez había mucha más concentración; se notaba que había nervios y ansiedad. Al no jugar Fabián Turnes (ya estaba en Italia, y aunque se encontraba en Buenos Aires, no se lo permitieron) hubo un enroque en los puestos y Lata Zanero que habitualmente se desempeñaba de wing, iba a jugar de centro. Teníamos que ajustar algunos detalles y lograr que el engranaje funcione igual que siempre”.

 “En el entrenamiento del jueves –dijo Etchegoyen– ya habían dado el equipo. En realidad era el mismo desde hacía dos años. No hubo sorpresas. Tal vez la única fue que Cachopa –De Fazio- iba a estar el banco de suplentes, jaja”

Ese jueves tampoco lo olvidarán los integrantes de un plantel que quedó en la historia. Soto recordó algunos detalles: “el jueves después de entrenar nos quedamos a cenar en el club y a dicha cena vinieron Julián Gutiérrez (Presidente), Lino Pérez y toda la comisión de rugby del club y se hizo la entrega de las corbatas. Fue un momento muy lindo y emotivo porque estaban todos los jugadores del plantel superior. Nos sentimos súper contenidos. Estaban muy pendientes del equipo. Ahí nos despedimos  y nos fuimos a concentrar a la quinta que Adidas tenía en Tortuguitas”.


La llegada al complejo de Adidas y lo que se vivió en la previa del gran día. 

Así lo contó el Aguja Gómez: “Cuando llegamos ese jueves a la noche, en realidad ya era viernes, Buby Guarna que era el manager nos recibió con una torta, porque ese día era mi cumpleaños!! A Fabián –por Turnes- no lo dejaron ir con nosotros y para mí fue una gran falla del club, porque él era parte de ese grupo,  fue integrante del equipo que salió campeón en el ‘89 y jugábamos ese partido gracias a eso”.

La tranquilidad que tenían contrastaba con el partido que iban a jugar. Para Botín Gentile: “Estar ahí era como el sueño del pibe”. Según Soto: “Era un lugar espectacular!!! Las canchas increíbles y los vestuarios no se podían creer. Tenían unos piletones enormes y nos tirábamos como nenes. Nunca habíamos visto algo así. Ese viernes nos divertimos mucho de verdad. Un grupo de amigos de toda la vida viviendo un momento único en un lugar espectacular. El ambiente era muy llevadero y distendido”.

Así como conducía al equipo en la cancha, a puro desparpajo, el nueve de Banco también hacía la diferencia afuera. Según  Lata Zanero: “Me acuerdo que Aguja era muy divertido y jodón, lo volvía loco a Hugo, y él se reía mucho con sus bromas. Todo era muy distendido y divertido.”

Aguja Gómez – “En Adidas nos divertimos mucho.  Aparte de festejar mi cumpleaños, entrenamos, jugamos al ping pong y al  fulbito. Todo fue muy relajado. Entre nosotros hablábamos y algunos jodíamos: mañana le vamos a meter tries de todos lados, los vamos a pasar por arriba y otros decían: pará, no jodas, nos vamos a comer 100, jaja: Pero nadie creo que tenía real conciencia de lo que estaba por pasar”.

Lucho Barrionuevo era el Preparador Físico del equipo y también recordó como encaró esa semana: “esos días busqué hacer actividades que nos dieran confianza, distensión y una mentalidad ganadora. Que estén contentos y que no pasaran ansiedad. De hecho, el día previo y el del partido a la mañana, hicimos unos juegos en la cancha, muy distendidos y nos divertimos mucho. El clima era de una actitud positiva muy buena.  Siempre les decía, porque realmente lo siento así: ustedes convénzanse que así como hay partidos fáciles y pueden perder con cualquiera,  si ustedes  se concentran y ponen el 100% , no hay partidos imposibles” 

Los recuerdos afloran como si fueran hoy. Especialmente la charla en las reposeras, que marcó una antes y un después. Pancho Rubio: “Ese viernes estábamos tirados en las reposeras, un grupo de ocho o nueve, y me acuerdo que Pablo Dinisio dijo: “yo juego para ganar” y otros empezaron a decir “sí, sí yo también”. A mí me hizo un click escuchar al resto decir eso, en ese momento reflexioné que había que entrar a jugarles. Era el momento de empezar a pensar en nosotros, en vez de en ellos. Para mí ese fue el momento del quiebre”.

Pablo Dinisio: “Yo disfrutaba mucho de ese momento, estaba con mis amigos de toda la vida, las mismas jodas de siempre. Estar juntos era todo. Tenía mucha confianza en nosotros mismos. Yo lo sentía como un rival más y sabía que íbamos a andar bien. A mí me arrancaba la adrenalina cuando se acercaba la hora del partido. Siempre me pasó lo mismo en todos los partidos. Supongo que es lo que me daba fuerzas para salir a la cancha.”

Entonces, la confianza comenzó a aflorar en cada uno de los integrantes de Banco. Pablo Franchi recordó: “Yo no pensaba que nos iban a pasar por arriba, tenía muchos nervios y ansiedad, pero también mucha confianza en el equipo. El hecho de jugar con Hugo te daba tranquilidad. Sentía que teníamos chances de hacer un gran partido, pero no sé si ganar” 

Y en ese momento de reflexión de todo el equipo apareció la palabra del conductor que terminó de confirmar el compromiso de todo el grupo. 

Pilín Pérez: “Fue en la quinta donde después de cenar, estábamos todos charlando y el Indio Fernandez nos hizo un planteo”. Indio Fernández: “el sábado jugamos con Inglaterra, es decir… ¿a qué vamos a jugar? Que es lo que ustedes piensan ¿cómo se debe jugar? Jugamos como siempre juega Banco o como si fuera un test match. Es decir, cuidando la pelota, jugando seguro, a no arriesgar, jugando posicionalmente,  tratando de no perder? Fue una pregunta hecha a propósito porque queríamos saber que pensaban ellos”

La respuesta llegó de inmediato nos recordaba Aguja Gómez: “y nosotros le dijimos,  “como querés jugarle? Juguemos como jugamos nosotros!!” y recuerdo que Hugo acotó: “salgamos a ganar y hagamos nuestro juego” Todos creíamos que había que jugar como siempre lo hacíamos y así se decidió hacerlo”.

Para el Indio Fernández el propósito estaba cerrado: “Ahora ya había un objetivo. ¡Jugar como siempre jugamos y  a ganarlo! Yo creía que era factible hacer un gran partido, no sé si ganar”.


EL GRAN DÍA: EL VIAJE AL ESTADIO Y LA LLEGADA A VÉLEZ.


Llegó el día “D”. Banco amanecía y se aprestaba para dar al gran golpe. 

Pilín Pérez: “El día del partido nos levantamos, desayunamos y ahí empezaron a venir los nervios. Había mucho silencio… por momentos te empieza a aflorar el miedo, arrugás, se te cruza que te podés comer un carro…” 

Mito Benedetto: “Yo ya tenía 32 años y me sentía tranquilo. Con decirte que me tocó compartir habitación con Martín Pedemonte, que debía ser el más joven del plantel. Esa mañana me puteaba porque de los nervios que tenía, y siendo que iba a ser suplente, no había podido dormir en toda la noche, y yo que jugaba, había dormido como un tronco!!!” jaja

Coco Soto – “Antes de que vinieran a buscarnos hicimos la presentación para la televisión. Nos grababan uno por uno en plano corto, pero atrás de cámara estaban todos haciendo caras y diciéndote de todo. Era muy difícil salir serio. Nos cagamos mucho de risa. Estábamos todos uniformados con unos buzos blancos que nos habían hecho para ese partido, con el escudo de Banco y la rosa de Inglaterra.

Después nos vino a buscar el micro. El viaje también tuvo su momento divertido. Todos en esa época lo cargaban a Botín Gentile con que se parecía a Rocky Balboa y alguien en el micro puso el tema de la película. Lo volvieron loco” jaja

Rolo Etchegoyen –“El viaje desde Tortuguitas hasta Vélez fue eterno. Había muchos nervios y 

ansiedad, no llegábamos nunca!!!”

Pilín Pérez – “En el micro no volaba una mosca, nadie hablaba, nos mirábamos … yo pensaba “ya estamos acá, que sea lo que Dios quiera… vamos a jugar contra Inglaterra!!!! Si estamos acá debe ser por algo y si hacemos las cosas bien, no nos puede ir tan mal” Algunos tal vez soñaban que el club podía dar un batacazo. Yo la verdad, no”.

Hugo Porta – “Nunca sentí de antemano que podíamos ganar. Los partidos siempre hay que jugarlos y si bien uno tiene siempre esa llama encendida de que puede ganar, acá la diferencia era tan grande, que pensaba “ojala hagamos un papel digno y veamos lo que pasa”.

Aguja Gómez – “En el micro fui grabando todo el viaje…hasta tirado en el piso. Había algunos distendidos y otros medio cagados, según la forma de ser de cada uno. Y yo me divertía como loco”.

Coco Soto – “Llegamos a Vélez y veíamos que había bastante gente, muchos autos y nosotros ya no nos reíamos. Había mucha adrenalina”.


EL VESTUARIO Y LA EMOTIVA CHARLA DEL “INDIO” FERNÁNDEZ


Los momentos previos desde adentro y lo que se vivió a minutos del inicio, llegan uno a uno en las voces de los protagonistas. Así brotaron las emociones en el vestuario de Vélez:  

Coco Soto: “En el vestuario había un silencio tremendo. Se notaba la tensión. Llegaba la hora de la verdad y había que demostrar por qué habíamos llegado ahí. Por nosotros y la gente que nos vino a ver que no sólo era de Banco. Había que salir a dejar todo”.

Pilín Pérez: “Con Aguja teníamos dos cámaras de video con las que veníamos registrando todo para la posteridad; la concentración en la quinta, el viaje en el micro… Cuando entramos al vestuario el Indio Fernández nos hizo apagar las cámaras!!! “Déjense de joder, vamos a jugar, concéntrense” nos dijo. Nos queríamos matar!!! Hasta el día de hoy lo seguimos puteando! Jaja

Aguja Gómez: “Yo le decía “pero Indio tenemos que grabar esto para que nos quede de recuerdo” y el Indio me dijo “pendejo de mierda no filmes más, tenés que concentrarte que vamos a jugar”

Rolo Etchegoyen: “Ahí vino una charla tremendamente emotiva que nos dio el Indio, que era un motivador nato. Recuerdo perfecto que nos dijo: “animémosnos a jugar, abramos la pelota, no los esperemos, no perdamos nuestra identidad, juguemos a lo Banco, JUGUEMOS A LO BANCO!! repetía”

Indio Fernández – “Llegamos hasta este punto por la manera en que han trabajado estos años, por la dedicación y el esfuerzo que pusieron. Sientan que en cada uno de ustedes está representado el club, pero además, están representando una idea, un estilo de juego y un convencimiento. Tienen que defender lo que ustedes son y sienten del juego, juguemos a lo Banco!!!  más o menos eso les dije. Pero seguramente dicho con otras palabras que fueron de más suaves a más fuertes, y terminaron bastante enérgicas! Cuando terminé de hablar, tomé la decisión de retirarme del vestuario y que se queden solos con el capitán para que él les diga unas palabras. Y nos fuimos con Pepe a sentarnos a la cancha”.

Hugo Porta: “Ese día antes de salir a la cancha, mi charla se basó en cómo hay que aprovechar las oportunidades cuando se presentan; no dejarlas pasar y tratar de hacer lo que mejor esté al alcance de cada uno, entendiendo además, el compromiso que uno tiene cuando usa la camiseta del club”. 

Pilín Pérez: “Hugo nos dijo: “Muchachos, hasta acá llegamos, esta es la culminación de un proceso, que involucra a todos los que han hecho del club lo que es hoy, tratemos de jugar lo mejor posible, demos el máximo y sobre todo tratemos de divertirnos… juguemos como siempre jugamos nosotros”

Lucho Barrionuevo: las oportunidades se toman o se dejan. Y hoy es la oportunidad más importante que tiene Banco Nación en su historia. La podemos tomar o la podemos dejar pasar”. Y esa frase que dijo Hugo me quedó grabada para toda la vida”

Mito Benedetto: “Cuando salimos del vestuario, acababan de llegar los 50 pibes que habían jugado el partido previo, entonces nos hicieron una calle y nos arengaban. “Vamos Banco, vamos!” Nos gritaban y palmeaban. ¡No sabés lo que fue! ¡Se me calentó la sangre, para mi fue tremendo!”

Pilín Pérez – “En el pasillo nos juntamos con los ingleses. Entramos a la cancha uno al lado del otro. Yo lo miraba a Will Carling que estaba al lado mío y no podía creerlo. Tenían unos jugadores gigantes!!! Estábamos los dos equipos parados uno al lado del otro y yo pensaba “Que hacemos acá??”

Peti Cando: “Antes de salir yo estaba parado al lado del segunda línea de ellos que medía más de dos metros y yo le llegaba a la cintura. Jajaja. Eran inmensos”

Pablo Franchi – “Lo que me quedó muy grabado y no me lo olvido más, fue que justo antes de salir a la cancha, estábamos en el túnel con un pánico total, a pesar de la confianza que teníamos en nosotros, y Hugo nos dijo “Dejemos todo en la cancha porque sino, nos van a llenar el culo de pasto”  jajaja

Aguja Gómez – “Me acuerdo que cuando salí a la cancha buscaba amigos en la tribuna, a mi familia, vi a Dorys y a mi hija que sabía donde estaban sentadas. Pero no estaba nervioso. Me potenciaba que era un equipo mejor. Y a mí no me gustaba perder, me caía mal perder, y eso me motivaba más.

El único momento que me ponía un poquito nervioso, o me agarraba ansiedad, era un minuto antes de empezar el partido, cuando ya estábamos en la cancha y tomaba conciencia de donde estaba. Pero eran solo unos segundos”.

Quique Gallo – “Cuando salimos a la cancha sentimos una cosa, no sé como decir…el estómago estaba hecho un nudo, ellos eran muy grandes”.




Fotógrafo: Gentileza - Pilín Pérez, Coco Soto, Pablo Franchi, Fabio Gómez, Claudio Gentile y Rolo Etchegoyen. Archivos de la Revista el Gráfico, Diario la Nación y Diario Clarín

Fuente: Federico Lemos - Rugby Champagne

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