Top 12

Buenos Aires, el regreso del León

Buenos Aires, el regreso del León

“¡Terminó, terminó!”, gritó el mensajero mientras agitaba un celular que confirmaba la noticia esperada. La misma que desató la locura y los abrazos en la cancha de Biei, donde el local terminaba de ganarle a San Fernando por 31 a 10. Es el 2 de noviembre de 2019, el día que Buenos Aires Cricket & Rugby Club no olvidará por mucho tiempo.

En la lejanía de la Reja, Mariano Moreno defendía su in-goal de los embates desesperados de Olivos y se llevaba el partido por 11 a 8. Ese resultado, combinado a la victoria de Biei, desplazó al club de Munro al repechaje y llevó directo a Buenos Aires al Top 12 en un desenlace de película.

Se dirá que el ascenso se le escapó a Olivos. Pero no menos cierto es que hubo un equipo que levantó la mano y reclamó su lugar en la máxima división. Y ese equipo fue Buenos Aires, que en 26 presentaciones, ganó 19 y empató dos. El único que lo derrotó las dos veces que se cruzaron, fue el campeón, Los Tilos (22 a 17 y 55 a 27). Biei también salió indemne de los cruces contra un rival directo como Champagnat (24-24 y 23-19) y entre otros triunfos importantes, ¿cuánto valió la victoria ante Olivos por 40 a 38 de la octava fecha?

Rugby Champagne dialogó con el capitán Agustín Peirano, goleador y uno de los referentes del equipo fundador, que nos habló sobre el ascenso y la actualidad del equipo


- ¿Contanos un poco cómo se vivió ese ascenso de película?

- Fue impensado. Había pocas chances, pero en el fondo sabíamos que se podía dar. No queríamos pensar en el otro partido porque teníamos que ganar el nuestro. Si bien San Fernando ya había descendido, nos costó bastante. Fue difícil no pensar en lo que pasaba en Moreno, pero lo sacamos adelante. Había una energía rara en el club. Fue el partido que más gente vino, en el fondo todos sabían que se podía dar.

Cuando terminamos en nuestra cancha, llegó un momento de muchos nervios e incertidumbre. Era tan sorpresiva la derrota de Olivos que no lo podíamos creer. Hay un video muy lindo en el que salimos todos corriendo festejando y yo no aparezco porque no estaba en la ronda. Me tiré al piso mirando al cielo porque no quería ni mirar los celulares. Sabía que Olivos estaba cerca de meter un try y ganarlo. Pero bueno, Moreno hizo un esfuerzo tremendo y se lo llevó.

Toda esa euforia y esa descarga de emoción completó un día espectacular que ninguno de nosotros se va a olvidar en la vida. Estaban todas nuestras familias y todo el club. Hay mil anécdotas con gente que no veíamos desde hacía mucho tiempo y que se acercó a celebrar. Fue especial porque no había nada organizado más allá del tercer tiempo normal. Al ver el resultado, todo el mundo se movió para armar un festejo impresionante. Ese es un buen resumen de una jornada inolvidable y un año espectacular.


- ¿Cómo fue la preparación para esta temporada?

- Arrancamos con una postemporada bastante dura en diciembre. Fueron tres o cuatro semanas con foco en la parte física y el aspecto aeróbico para tener una buena base antes de las vacaciones. En enero, si bien nos juntamos en el club, hubo un plan individual que cada uno hizo por su cuenta. En febrero empezamos con cuatro entrenamientos semanales. Hicimos mucho foco en lo físico que es donde podíamos tener algún déficit en comparación con los equipos del Top 12. Estuvo bueno y sirvió para mejorar mucho en ese aspecto.

- ¿Hicieron algún viaje o convivencia durante la pretemporada?

- Como algo especial, aprovechamos los feriados de Carnaval para hacer dos días enteros con entrenamiento en triple turno y fue muy intenso. Empezamos a las siete de la mañana y entrenamos hasta las tres de la tarde. Desayunamos y almorzamos todos juntos. Más allá de lo que ayudó en la parte física y rugbística, nos sirvió mucho para estar juntos como grupo. Si bien fue difícil levantarse temprano en días feriados, ese laburo nos afianzó mucho.

- ¿Cómo fueron los amistosos?

- La idea era jugar contra Champagnat y Olivos. Pero sólo pudimos jugar el de Champa y nos fue muy mal. Perdimos por bastante y no estuvimos a la altura. Lo que pasó, nos hizo encender las alarmas. Ellos jugaron un partido muy intenso y serio. Nosotros no encontramos nunca el ritmo y ellos ya habían jugado un amistoso. El partido con Olivos se suspendió cuando se cancelaron todas las actividades. Nos queda un sabor un poco amargo porque no pudimos ver lo que el equipo puede dar, pero la pretemporada fue positiva y sin dudas si empezaba el torneo, íbamos a estar a la altura.

- ¿Hubo algún cambio en el staff?

- Sí, hubo algunos cambios. En la preparación física volvió Ale Labonia, que estuvo en 2018. Fue bueno el laburo que hizo durante la pretemporada, aunque lo sufrimos bastante. Martín Mato dejó de ser head coach, quedaron Gonza Camacho y Adrián Giagnorio, un ex jugador del club. También hubo varios cambios en los otros entrenadores.

- ¿Cómo vienen de altas y bajas para 2020?

- Tenemos pocas bajas como Joaco Pellandini, que firmó contrato con Ceibos. Entre las altas, hay unos 15 jugadores que habían dejado y volvieron con todo. El envión de ascender, hizo que los más grandes jugaran un añito más. También están los tucumanos Emiliano y Francisco Coria, que se sumaron en diciembre y nos vienen muy bien (NdR: originarios de Lince Rugby Club). Francisco jugó el Mundial Juvenil en Rosario 2019 y Emiliano también tiene trayectoria de un mundial juvenil (NdR: Rosario 2010), además de su experiencia afuera (NdR: Cavalieri Prato, Montpellier y Zebre, además de la Vodacom Cup 2012, con Pampas XV).

- También nos imaginamos que subieron juveniles. ¿Alguno para seguir?

- Sí, subieron unos 15 chicos de M19 que estuvieron firmes toda la pretemporada. No es un gran número, pero hay calidad. Para seguir, están los que se destacaron en los seleccionados juveniles, como Tobías Díaz Borda y Ramiro Costa, que fue campeón olímpico en YOGBA 2018. Los dos entrenaron con el plantel y seguramente hubieran sumado minutos en la cancha.

- ¿Cómo llevan la suspensión de actividades?

- Es una situación extraña que nunca habíamos vivido, con lo cual nadie sabe cómo reaccionar ante esto y qué hacer para mantener al grupo unido y enfocado en el rugby. Lo peor es no saber cuándo vamos a volver o si volveremos a jugar este año. El club nos prestó material del gimnasio a varios jugadores de Primera e Intermedia. Los preparadores físicos pasan rutinas. Tenemos un plan para hacer físico y entrenamiento de lunes a viernes. Esto es para todo el plantel, desde los que tienen elementos en su casa hasta para los jugadores que no tienen lugar, y se planifican ejercicios adaptándose a eso.

- ¿Cómo se mantienen enfocados en el rugby?

- Nos reunimos semanalmente por Zoom. Tenemos dos mental coaches que el año pasado nos sirvieron mucho. Los martes conversamos con ellos sobre cómo se siente cada uno y cómo se digiere esta situación semana a semana. Vemos la manera de llevarlo de la mejor forma. Sumado a eso, los entrenadores nos brindan herramientas para aprender a analizar videos. Está muy bueno porque nos conectamos una o dos veces por semana, nos separamos en grupos y nos dan tareas para analizar partidos de rivales del Top 12, pero también del Super Rugby o de Inglaterra. Después, queda tiempo para alguna reunión más recreativa, un tercer tiempo por Zoom.

- Existe la posibilidad de jugar una sola ronda sin descensos. ¿Eso ayuda a los equipos ascendidos como ustedes?

- Es todo nuevo para nosotros. Es difícil saber cómo nos va a ir contra los nuevos rivales. Si se suspenden los descensos, lo positivo sería que podamos tener partidos para adaptarnos a la categoría. Hay que ir partido a partido, aprender de los errores como hicimos el año pasado y demostrar porque llegamos a esta categoría.

- ¿Cuáles son los objetivos del año?

- El principal objetivo es mantener el grupo y el plantel lo más amplio posible. Este año tenemos cerca de 100 jugadores que es un número que no tuvimos en años anteriores. Lo importante es mantener esa base independientemente del resultado que tengamos a fin de año. Queremos estar a la altura del Top 12. Es difícil, pero manteniendo lo hecho en 2019, lo podemos lograr.


En 1831, el periódico de “The British Packet” mencionó una bandera con la leyenda “Buenos Aires Cricket Club” en un partido de cricket en Recoleta. Esa mención es la referencia más antigua de un club deportivo en Latinoamérica. Un honor solo disputado por Montevideo Cricket Club. En 1831, unitarios y federales dirimían cuestiones en una nación con apenas 15 años de independencia y la máxima autoridad nacional era Juan Manuel de Rosas. Cuando B.A.C.C. ya se erigía como un club, a la Constitución Nacional le faltaban aún 22 años para ser sancionada.

A pesar de un incendio que destruyó actas históricas, cuando se oficializó una reinauguración en 1864, existían múltiples referencias a la actividad del club en décadas anteriores. Con el tiempo llegaría el fútbol, el rugby y el hockey. El club cambiaría de denominación hasta adoptar la actual, Buenos Aires Cricket & Rugby Club. En 1886, Buenos Aires enfrentó a Atlético de Rosario en el primer partido interclubes que se recuerde en el país.

En sus casi dos siglos de vida, Biei se mudó en varias oportunidades. De su predio original, hoy ocupado por el Planetario, se fue a Don Torcuato a un predio que hoy pertenece a Hindú Club. En 1987 se mudó a Los Polvorines, donde levantó el primer estadio de rugby del país, que funcionó entre 1997 y 2005, alojando partidos internacionales de Los Pumas y una recordada final de Top 14 entre CASI y SIC (2005). Desde el 2006, el club se ubica en San Fernando.

El ascenso de Buenos Aires continúa la racha de tener dos equipos fundadores de la "River Plate Rugby Union" en el Top 12.  De las cuatro instituciones que iniciaron todo en 1899, Belgrano Athletic está firme en la máxima categoría y las otras tres se hicieron presentes recientemente: Atlético de Rosario (2017 y 2019), Lomas Athletic (2018) y ahora es el turno de Buenos Aires.  El equipo azul es, además, un campeón que regresa, ya que cuenta con 10 títulos (1900, 1901, 1902, 1903, 1904, 1908, 1909, 1915, 1958 y 1959). BIEI, un equipo con historia con el desafío de volver para quedarse.




Fotógrafo: Alejandra Krickeberg - Rugby Champagne.

Fuente: Darío Procopio - Rugby Champagne.

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