Super Rugby

Highlanders: sangre joven y esperanza

Highlanders: sangre joven y esperanza

Con la vuelta de Tony Brown en reemplazo de Aaron Mauger en el puesto de mandamás, la escuadra con base en Dunedin, Otago, querrá mejorar lo hecho en 2020 y establecerse como un contendiente al título en esta segunda edición del Super Rugby Aotearoa. El medio-scrum Aaron Smith, uno de sus co-capitanes, intentará ser la mecha para el salto de calidad que precisan los del sur de la isla Sur. El debut será este viernes, frente a Crusaders, en casa, en lo que significará la inauguración del torneo.


Ya han pasado los años de Ben Smith, Waisake Naholo, Elliot Dixon, Lima Sopoaga y Nasi Manu. En aquella época, que tuvo su clímax en el 2015 con la obtención del Super Rugby -NdR: le ganaron la final a Hurricanes, en Wellington-, los ‘Landers eran uno de los cucos del rugby de SANZAAR y, sin duda alguna, máximos aspirantes de la por entonces llamada Conferencia Neozelandesa, incluso por encima de unos Crusaders que pasaban momentos de zozobra, de unos Chiefs que estaban en un leve declive tras el bicampeonato (2012 y 2013), unos Blues a la buena de Dios y unos Hurricanes que sí parecían estar en condiciones de dar el golpe sobre la mesa y plantar cara. ¿Pero qué es lo que ha cambiado en seis años? Además de los nombres y apellidos mencionados, muchas cosas. Jamie Joseph, hoy conductor del seleccionado japonés, ya no está más a cargo del staff técnico. Tampoco Aaron Mauger, quien condujo al equipo desde el 2018 al 2020. Hoy, en cambio, parece que el Delorean los devolvió al 2017, cuando en aquel entonces tenían al mismísimo Tony Brown como cerebro estratégico.

Altas: Jermaine Ainsley (Rebels, de Australia), Josh Hohneck (Otago), Ricky Jackson (lesión), Bryn Evans (Hawke’s Bay), Jack Regan (Otago), Billy Harmon (Crusaders), Hugh Renton (Tasman), Liam Squire (NTT DoCoMo Red Hurricanes, de Japón), Kazuki Himeno (Toyota Verblitz, de Japón), Solomon Alaimalo (Chiefs), Connor Garden-Bachop (lesión), Sam Gilbert (Otago), Vilimoni Koroi (Otago) y Nehe Milner-Skudder (Toulon, de Francia).

Para la campaña que se avecina, Brown y su grupo de trabajo contarán el material suficiente como para dar subir un escalón en las pretensiones y pensar, por qué no, en escabullirse para estar en la fila que los haga tocar el cielo con las manos. ¿En qué se sustenta esto? En que tener una línea de tres cuartos con Smith, Milner-Skudder, Alaimalo y Josh Ioane es suficiente para soñar en grande, además de un pack de forwards a los cuales les sobra tamaño y peso a través de Squire, Himeno, Shannon Frizell, James Lentjes, Liam Coltman y compañía. ¿Por qué no, ‘Landers?

Bajas: Josh Iosefa-Scott (Waikato), Conán O’Donnell (Counties Manukau), Nathan Vella (Crusaders), Will Tucker (Otago), Jack Whetton (Waratahs, de Australia), Dillon Hunt (Blues), Zane Kapeli (Bay of Plenty), Slade McDowall (Otago), Jesse Parete (Canon Eagles, de Japón), Bryn Gatland (Chiefs), Rob Thompson (Toyota Verblitz, de Japón), Teihorangi Walden (Taranaki), Tima Fainga’anuku (Tasman), Fetuli Paea (lesión), Josh McKay (Crusaders), Tevita Nabura y Chris Kuridrani, ambos en Counties Manukau.

Para que les dé la nafta, el representativo de las uniones de Otago, Southland y North Otago deberá hacerse fuerte en su hogar y, además, ser lo suficientemente bueno y osado como para salir de gira y regresar al sur con cuatro o cinco puntos bajo el brazo. ¿Por qué «osados»? Por el simple hecho de que salir airoso en rodeo ajeno dentro de Nueva Zelanda es una tarea ardua, que parece estar hecha a medida de Crusaders y, en pocos casos, para Blues (2020) y Hurricanes (solo en algunas ocasiones).

Su mejor jugador: Aaron Smith. Sin ningún tipo de discusión. La única duda actual pasa por si es o no el mejor medio-scrum del mundo al día de la fecha. Algunos, muchos, colocan al francés Antoine Dupont, figura de Les Bleus y del Toulouse, por encima de él, aunque, de ser así, es el único nueve de la Tierra que puede tener la fortuna de decir «yo soy mejor que Aaron Smith». Nadie más. ¿Hace falta describirlo? No, sus pases, su intensidad y el control de las acciones en ataque dejan en claro de quién hablamos y por qué nos referimos a él de la manera en la cual lo hacemos.

Las cinco preguntas antes del inicio del campeonato:

Teniendo en cuenta que solían trabajar juntos, ¿qué tendrá Brown para ofrecer de distinto a lo que hacía Mauger hasta el año pasado?

¿Qué influencia tendrá Jamie Joseph en la formación de Brown para encarar esta segunda etapa en el famoso deep south de Nueva Zelanda?

¿Aaron Smith podrá convertir las secuencias ofensivas en verdaderas amenazas constantes ante defensas como la de Crusaders o Blues?

¿Serán capaces de ganar fuera de Dunedin?

¿Cómo se adaptarán Liam Squire y Nehe Milner-Skudder en su vuelta al rugby profesional? Ambos jugadores han visto, por diversos motivos, muy, muy poca acción de élite en el último año. Si funcionan bien, su impacto será inmediato y gigantesco.

Calendario:

1 °: Crusaders (26/2, en casa)

2 °: Chiefs (5/3, en el FMG, de Hamilton)

3 °: Blues (14/3, en el Eden Park, de Auckland)

4 °: libre

5 °: Hurricanes (26/3, en casa)

6 °: Crusaders (2/4, en el Orangetheory, de Christchurch)

7 °: Chiefs (10/4, en casa)

8 °: Blues (16/4, en casa)

9 °: libre

10 °: Hurricanes (30/4, en el Estadio Regional de Wellington)

Plantel:

Forwards:

Pilares: Jermaine Ainsley, Ethan de Groot, Josh Hohneck, Ayden Johnstone, Dan Lienert-Brown, Jeff Thwaites y Siate Tokolahi.

Hookers: Liam Coltman, Ash Dixon (co-capitán) y Ricky Jackson.

Segundas líneas: Josh Dickson, Bryn Evans, Pari Pari Parkinson, Manaaki Selby-Rickit y Jack Regan.

Terceras líneas: Teariki Ben-Nicholas, Shannon Frizell, Billy Harmon, Kazuki Himeno, James Lentjes, Marino Mikaele Tu’u, Sione Misiloi, Liam Squire y Hugh Renton.

Backs:

Medio-scrums: Folau Fakatava, Kayne Hammington y Aaron Smith.

Aperturas: Mitchell Hunt y Josh Ioane.

Centros: Michael Collins, Scott Gregory, Sio Tomkinson y Thomas Umaga-Jensen.

Wings/Fullbacks: Solomon Alaimalo, Connor Garden-Bachop, Sam Gilbert, Vilimoni Koroi, Nehe Milner-Skudder, Jona Nareki y Ngane Punivai.




Fuente: Santiago Ángel - Desde Nueva Zelanda