Hay cambios urgentes por hacer en un deporte que se devalúa cada vez más, ante la pasividad de casi todos.
El rugby sigo manchándose poco a poco y por más parches que le pongan no deja de sorprendernos. No se puede tapar el sol con la mano. Mentirse jugando al solitario no hace otra cosa que estirar la agonía, y mientras unos pocos festejan grandes logros y miran hacia otro lado como si nada pasara, otros sufren lo que sucede en nuestro rugby como nunca ocurrió antes.
¿Es para alarmarse? Si. ¿Hay cosas buenas para resaltar?. Por supuesto, pero el foco está puesto justamente en donde debemos mejorar. No somos los peores, ni los mejores, no somos más ni menos que nadie, sufrimos el mismo problema social que muchos otros. Y entonces ¿cuál es la la solución?, se preguntan muchos, ¿Hay solución? , SI claro que la hay, pero no es sencilla de encarar y tratar de solucionarlo es en principio dar el primer paso. Eso es lo más difícil reconocer el error, asumirlo y desde ahí empezar a sanar.
¿Y cómo hacerlo? Juntándose entre todos los involucrados, aportando cada uno lo suyo desde su lugar para lograr un objetivo tan alejado hoy en día, que asusta. Hay que demostrarnos que el rugby se puede juntar primero para empujar para un mismo lado – nada fácil – y luego para volver a trabajar entre todos y ser lo que fue, no hace tanto tiempo atrás.
Quizás muchas veces no coincida con el dicho: “todo tiempo pasado fue mejor”; pero en este caso hay que tenerlo en cuenta y no pasarlo por alto.
MIRAR SOLO UNA PARTE, A CONVENIENCIA DEL INTERESADO, EL PRIMER GRAN ERROR
Hay quienes solo ven una parte de las cosas y no les importa que otros opinen distinto, porque mientras ellos decidan o saquen provecho, los demás solo acompañan. Hay otros a los que les conviene ocultar o dejar pasar los problemas para seguir manejando un deporte que cada vez se hace más notorio que es para unos pocos; mientras los otros, la gran mayoría, siguen trabajando por el camino que conlleva a esa voluntad inquebrantable, la del empeño en poder estar presente en cada entrenamiento, en cada partido; la de dedicarle su tiempo ad honorem y en muchos casos poniendo dinero de su bolsillo para poder formar a los más chicos, para enseñarles los valores de un juego que parece poco a poco ir perdiéndolos ante una pasividad que exaspera de parte de quienes deben ser los educadores.
Justamente esa educación se aprende en cada una de nuestras casas y eso está más que claro, que los valores de los que tantas veces hablamos no son propiedad del rugby también lo sabemos; pero los mismos que pregonan esto, después se enojan cuando pasan cosas como las del último fin de semana, hechos que no pueden hacerlos desaparecer - como quisieran - y así nuestro deporte vuelve a quedar expuesto y en el tapete de las malas noticias.
Entonces vemos como el referee es insultado por los “espectadores”, de uno u otro equipo de acuerdo a un resultado; y quienes lo hacen no se dan cuenta que sin ese referee es imposible jugar un partido y que de ninguna manera se equivocó adrede, y por eso es que el problema es aún mayor.
UN FIN DE SEMANA ESPECIAL, PERO NO TAN DISTINTO A OTROS
Este fin de semana no fue uno más en el rugby de nuestro país. En las semifinales de la URBA y en el Torneo del Interior se vivieron momentos más que tensos, de desorden, de agresiones verbales, esos que los que peinamos canas no nos resignamos a ver.
“Se nos escapa la tortuga y en esto no se nos puede escapar” dijo un referente del rugby argentino después de ver las dos semifinales de la URBA, y como hombre de rugby que es, repudió lo acontecido al finalizar el encuentro, más allá del triunfo de su equipo frente a Newman.
Algunos me dirán que vamos bien, que la culpa es de una sociedad que está enferma, que las dos hinchadas estaban juntas y que todo era una fiesta en el CASI como mostraba la tv. También me dirán que FIMCO por el lado de la URBA y el Programa Rugby 2030 - del que ya no está a cargo desde Marzo de este año el Dr. Calvo Soler - por el lado de la UAR están haciendo un gran trabajo, a tal punto que no necesitamos policías para ver el gran espectáculo del fin de semana.
Y quizás en parte, en una pequeña parte, hasta puedan tener razón.
Pero otros vemos la otra parte del vaso, la que están vaciando poco a poco sin importarle nada. Esa de las agresiones, la de los insultos desmedidos a los árbitros, la de los escupitajos, las de la gente entrando a la cancha hasta borracha, la de los gritos exacerbados haciendo alusión a algún dirigente que pesa más que otro; esas cosas que en el tumulto no se aprecian tan bien como las otras que convienen mostrar. La ilusión óptica muchas veces nos juega una mala pasada y si enfocamos una sola parte de las cosas que suceden seguramente será porque queremos ver solo esa parte.
NO TODO ES GANAR, PENSEMOS MÁS ALLÁ DEL RESULTADO
Entiendo que algunas personas sean más humanas que otras y que todas tengamos que convivir en un mismo espacio dentro de nuestro amado deporte, en donde las miserias humanas y las mezquindades están cada vez más a flor de piel, como me señaló un dirigente; pero desde este lado deseo volver a ver el rugby como un juego y no en esto en que se transformó; con hinchadas insultando, agresiones desmedidas, cánticos provocativos y varias cosas que no son propias de nuestro deporte
El rugby siempre se dijo que era un deporte de brutos jugado por caballeros, un choque de guerreros que dejaban todo hasta el pitazo final del juez en pos de divertirse, y por supuesto ser mejor que su rival de turno; para luego del triunfo o la derrota, saludarse y poder compartir un tercer tiempo que servía para construir una amistad entre los ocasionales rivales de los distintos clubes.
Lamentablemente eso hoy se transformó en otra cosa. El buscarle la vuelta para ver como se puede sacar esa “ventajita” que nos haga ganar como sea; la revancha para dejar claro quién es más guapo; hace que hasta se utilice “apurar” al referee (que sabemos es uno de los puntos flojos en nuestro deteriorado rugby) para GANAR como sea, que al fin y al cabo parece ser lo único que sirve a como dé lugar. Ese querer ganar a cualquier precio no está en el manual de conducta de nuestro juego, entonces esas “pequeñas ventajas” que intentan conseguir “los vivos de siempre”, y que hoy ya no son excepciones sino moneda corriente, y van desde los mejores equipos hasta los más débiles; no nos sirven de ninguna manera de ejemplo de un rugby que al día de hoy pasó a ser más competitivo, pero a la vez menos formativo.
Alguien a quien respeto mucho me dijo hace un tiempo: “si los clubes grandes o los más conocidos y quienes los dirigen no entendieron nunca que hay un nuevo rugby, el deporte ovalado tendrá un problema mayúsculo. Y si la dirigencia se miente a sí misma para quedar bien con los que mandan entonces no habrá una salida posible”. “
Cuando los más grandes no entienden es difícil que los chicos hagan lo suyo. Eso pasa entre las personas y los clubes de nuestro país. Entonces, si lo que les enseñamos en nuestra casa a los más chicos no lo ven reflejado en los referentes de su club, que para muchos es segunda casa; y por el contrario esos ídolos hacen justamente lo opuesto, estamos en serios problemas…
EN EL TORNEO DEL INTERIOR, LA MISMA HISTORIA
Lo sucedido en una de las semifinales del torneo del Interior entre La Tablada y Huirapuca en donde ganó este último ganó por 31 a 29 fue otra vergüenza. Quejas hacia el árbitro, la mesa de control, los jugadores, el cuarto árbitro, y no se cuantas cosas más…Un descontrol como dijeron casi todos los presentes se vivió en esa semifinal.
Al otro día una carta que llegó desde el entorno del equipo local hablaba de “hacer trampa”, la misma circuló y llegó a varios medios. Una carta que luego ningún dirigente de ese club - al ver el rebote en los pocos medios que se hicieron eco- se adjudicaron; matando una vez más al mensajero, como habitualmente sucede en el rugby de nuestro país.
LA CULPA ES DEL OTRO, DEJEMOS PASAR EL TIEMPO QUE ASÍ SE OLVIDA TODO, SALGAMOS A HABLAR CUANDO EL TEMA ESTÁ RESUELTO ASÍ NO QUEDAMOS MAL CON TAL O CUAL JUGADOR, DIRIGENTE O ENTRENADOR, NO VAYA A SER COSA QUE DESPUÉS NO NOS SALUDEN CON LA PALMADITA EN EL HOMBRO, EL GUIÑO DE OJO CÓMPLICE O NO NOS DEN ESA PRIMICIA PARA HACER “LA DIFERENCIA”.
TRISTE, MUY TRISTE, PERO A LA VEZ LASTIMOSAMENTE REAL.
Para otros; los menos, dar a luz esas miserias humanas no hicieron otra cosa que avivar el fuego. La cuestión es que en la cancha ganó Huirapuca y jugará la final frente a Duendes en Rosario como lo establece el reglamento; pero en el medio se deslizó que el equipo tucumano también “hizo trampa” en otro partido ante Urú Curé, y como si esto fuera poco se señaló que el referee (Damián Schneider, de los mejores de la UAR) fue muy malo en su desempeño, que la mesa de control no actuó bien, y que el cuarto árbitro no estuvo a la altura del partido, entre otras cosas...¨Y entonces, como siguió la historia ???
Finalmente La Tablada, sí envió una carta, vía la Unión Cordobesa a la UAR, esa misma carta que el día anterior alguien había escrito, pero ahora lo hizo en un tono más conciliador y menos agresivo; sin poner la palabra “TRAMPA”.
De nuevo el GANAR COMO SEA, y a cualquier precio deja de lado los valores que tanto pregonamos. Eso es ser HIPÓCRITA, y es hacernos trampa con un doble discurso que no suma. Un doble discurso cada vez más habitual en nuestro deporte.
El rugby argentino pasa por un momento muy delicado y está en la mira de todos; de los que seguimos en forma constante el juego y de los otros, esos amarillistas que están esperando escondidos para golpearnos por algún incidente o problema que no les cerró de alguien ligado al deporte ovalado. Sino hagamos memoria y recordemos el caso de Pablo Matera…
En diciembre, dentro de muy poco, habrá elecciones en la URBA, la Unión más importante del país. Se dice hasta hoy que habrá dos listas. Algunos dirigentes luego de más de una década parecen haberse dado cuenta que el camino que sigue no quieren compartirlo con los que hoy mandan y quieren cambiar el rumbo de este rugby devaluado. La pregunta es si podrán hacerlo.
¿Quizás muchos dirán pero no era entre todos? , y la respuesta es si, claro que si, es entre todos los que quieran tirar para el mismo lado; el lado del rugby, el lado del esfuerzo, el lado de sumar para mostrar otra vez nuestra mejor cara y no esta de los últimos tiempos,
Para finalizar, en Enero próximo comenzará el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa y el rugby estará otra vez en la primera plana; y mientras el voluntariado sigue mirando como el juego por el que tanto hacen se sigue desangrando por la obsecuencia de unos pocos y la conveniencia de otros, la hipocresía sigue jugando al doble discurso.
La solución es posible, solo hay que involucrarse entre todos los que queremos al deporte y dejar de mirar para otro lado…QUE ASÍ SEA
Fotógrafo: Archivo RCH
Fuente: Jorge Ciccodicola