Super Rugby

Previa de la novena semana del Súper Rugby Aotearoa

Previa de la novena semana del Súper Rugby Aotearoa

Crusaders enfrenta a Highlanders con la oportunidad de coronarse y Hurricanes recibe al golpeado Chiefs en Wellington.

Crusaders va en busca del Super Rugby Aotearoa


Este domingo, desde las 0:35 de nuestro país, la franquicia nueve veces dueña del hemisferio sur intentará adueñarse de esta primera edición del certamen organizado por la Unión de Rugby de Nueva Zelanda. Enfrente, en el Estadio Orangetheory, de Christchurch, su fortín, estará Highlanders, vecino de la región de Otago.


Con todo vendido, el recinto tiene capacidad para albergar la presencia de 18 mil espectadores, Christchurch, el corazón de Canterbury, en plena isla Sur de la tierra de los All Blacks, ya está listo para latir al ritmo de sus benditos ‘Saders: les ha tocado festejar en 1998, ‘99, 2000, ‘02, ‘05, ‘06, ‘08, 2017, ‘18 y ‘19. Ahora, encaminado a la consagración, el plantel que conduce Scott Robertson parece que inaugurará la década del ‘20 con un nuevo festejo. Y no sería para nada extraño. En realidad, nunca lo fue. Esta organización, de la “A” a la “Z”, no evidencia falencias.

Es, palabras más, palabras menos, una dinastía. Como los Patriotas de Nueva Inglaterra, en la NFL, o como los Golden State Warriors del maravilloso Steph Curry, en la NBA. Pero ocurre lejos de lo que la gran mayoría de la gente considera “civilización”: Nueva Zelanda, más allá de todas sus ventajas como país, sigue siendo un punto en el mapamundi bastante desconocido en Sudamérica.


Para ir al grano, ¿qué necesitan los muchachos capitaneados por Codie Taylor para levantar el trofeo una vez consumados los ochenta minutos? Ganar… ni más ni menos que doblegar a unos ‘Landers que, en los papeles, lucen muy por debajo del tárget que se necesita para doblegar al mejor club/franquicia que existe hoy en día en el planeta rugbístico. ¿Y qué debemos esperar con estas circunstancias? Un primer tiempo complejo de destrabar para el dueño de casa. La visita, la cual no tiene intenciones de ser partícipe de ningún tipo de carnaval post partido, querrá ensuciar el trámite lo más que se pueda. Pero la resistencia tendrá fecha de caducidad: no más de cincuenta o sesenta minutos. Luego, pizza y champagne para los rojinegros.

¿Y qué ocurre si se da el milagro y la escuadra con sede en Dunedin sale airosa de rodeo ajeno? En ese caso, los gritos de festejo se darán en Auckland, el hogar de unos Blues que, segundos y a dos puntos (pero con un encuentro más en el bolsillo), tendrán la chance de bajar al tricampeón el próximo domingo, en el icónico Eden Park. Suena utópico…


Hurricanes-Chiefs, el otro espectáculo en cartelera


El sábado, a las 4:05, el Estadio Regional de Wellington atestiguará el cruce entre la nómina de la capital kiwi y el combinado de Waikato, Bay of Plenty, Counties Manukau y Taranaki. Será la última vez que los fanáticos de los ‘Canes puedan observar al XV que comanda Jason Holland en su propio patio. Ya han volado más de 15 mil entradas, por lo cual se espera una buena asistencia en un sitio con aforo para 34.500 personas; además, por el lado de Warren Gatland y compañía, quienes perdieron sus siete juegos en esta competición, sobresale el retorno al profesionalismo del tercera línea Luke Jacobson. El joven de 23 años no juega desde la caída por 24-12 ante Blues, en calidad de local, el pasado 20 de junio.



Fuente: Santiago Ángel (corresponsal de Rugby Champagne en Nueva Zelanda)