Super Rugby

Chelsea Alley: "¿Cuándo podremos pararnos y decir que merecemos más?"

Chelsea Alley:

Una de las referentes de las Black Ferns utilizó las redes sociales para analizar el presente del rugby femenino neozelandés, luego del histórico partido entre Chiefs y Blues. "A partir del lunes en la mañana, todo empieza a desvanecerse y la realidad te pega nuevamente."

En una carta publicada en Instagram, la figura Chelsea Alley (elegida como la Mejor Jugadora del Año 2020, en Nueva Zelanda) puso en evidencia los problemas que sufre el rugby femenino de su país, al igual que lo que sucede con tantos otros. Viviendo un proceso de transición al profesionalismo, la subcapitana de los Chiefs hizo un llamado para mejorar la calidad de vida de las jugadoras que están inmersas en el alto rendimiento.

"La última semana fue una gran victoria para nosotras como jugadoras de rugby femenino. Una ocasión histórica. Una por la cual jugadoras del pasado y del presente han trabajado por muchos años. Sin embargo... esta semana la realidad de la forma en que vivimos, entrenamos y sobrevivimos me ha pegado más fuerte de lo normal. Estoy LUCHANDO."

"En los últimos diez años he sido representante de un club, la Farah Palmer Cup, Nueva Zelanda y ahora en el Super Rugby; ya estoy acostumbrada a esta sensación. Es una pequeña insinuación por lo fuerte que entrenamos para jugar en un gran escenario, en un juego masivo y representarse a ti misma, tu familia, amigos y comunidad. Hay cobertura de los medios, entrevistas, bombo publicitario, apoyo, multitudes, fans y celebraciones... todo en la semana anterior al partido. Estar en esto con tus compañeras se siente increíble."

A sus 28 años, Chelsea ha representado a Waikato University RC en la Gallagher Premiership, a la Unión de Rugby de Waikato en la Farah Palmer Cup y a la selección de Nueva Zelanda en el mundial de Irlanda 2017. También lo ha hecho con las provincias de Auckland y North Harbour, además de jugar un torneo para las Black Ferns 7s en el año 2014. El último fin de semana, en un partido que será recordado en la historia del rugby de mujeres, jugó para los Chiefs su primer partido femenino del Super Rugby NZ.

"A partir del lunes en la mañana, todo empieza a desvanecerse. La realidad te pega nuevamente. Aquí vamos... El poner una alarma a las 5.30am para entrenar antes de ir a tu trabajo diario (aún adolorida por el fin de semana), encontrar tiempo para preparar tus comidas porque sabes que volverás a casa de noche (más de cuatro días a la semana por tener varios entrenamientos en la tarde), correr a una sesión de fisioterapia en tu break de almuerzo, apretar tus tiempos para poder ver a tu pareja y a tu familia de a ratos para intentar no 'quemarte' mentalmente y agregar un poco de balance a tu loca vida."

"En lo personal, esta semana tuve que trabajar en TRES empleos para pagar mis cuentas. Tuve que jugar en TRES equipos distintos en la misma semana, cambiando de mentalidad y desempeñándome bien en la cancha, ya que es lo que todos esperan de mí. Tuve que dar el ejemplo en mi club, en la FPC y en el Super Rugby (cuando en estos equipos no nos pagan NADA por jugar). Nos dan los mínimos recursos. Eso es normal."

Según lo publicado por la New Zealand Rugby Player Association, en promedio, un jugador masculino cobra entre 75 mil y 195 mil dólares neozelandeses (50 mil a 140 mil U$D) por una temporada completa de Super Rugby. Además, al participar de seleccionados provinciales y nacionales, reciben un bonus por victorias u objetivos. Como referencia, un jugador top de los All Blacks llega a cobrar cerca de un millón de dólares neozelandeses (700 mil U$D) por una temporada exitosa.

Siendo una de las referentes del rugby femenino a nivel mundial, las chicas de las Black Ferns tienen casi las mismas exigencias que sus contrapartes masculinas y Chelsea nos lo hace saber: "Entrenamos duro mañana y noche porque sabemos que hay mucha presión y expectativa para que nosotras seamos las mejores. Tener mejor estado físico, ser más rápidas y más fuertes que cualquier otra jugadora en el país y en el mundo. Lo hacemos porque amamos el juego. Pero me pregunto hasta qué punto debe llegar nuestro nivel personal para ser insostenible con los recursos que nos dan."

"El rugby femenino ha avanzado un largo camino... Estoy orgullosa de tener un pequeño rol en su crecimiento durante los últimos años... Pero en el detrás de escenas creo que aún queda mucho por transitar."

Sin dudas, la realización del primer partido de Super Rugby NZ femenino es una gran victoria para el rugby de mujeres en Nueva Zelanda. A pesar de ello, el apoyo recibido por parte de NZ Rugby y sus diversos sponsors no es en lo más mínimo comparable a lo reciben los hombres. También es sorprendente que otras naciones como Australia o Inglaterra cuenten con ligas profesionales antes que las 'kiwis' y esto no se refleje en las Rugby World Cup. Nueva Zelanda ha ganado cinco de las ocho ediciones, secundada por Inglaterra con dos copas y seguida por Estados Unidos, que increíblemente ganó el primer mundial en el año 1991.

El partido de exhibición entre Chiefs y Blues fue solo el comienzo. La idea de Rugby NZ es poder presentar un torneo de cuatro equipos en 2022, donde también participen los Hurricanes y la Isla del Sur. A pesar de que la selección de Canterbury ha ganado las últimas cuatro ediciones de la Farah Palmer Cup, Crusaders no ha presentado un equipo para este nuevo Super Rugby femenino. Por parte de Otago y los Highlanders, tampoco hay noticias de un equipo 'profesional' de mujeres en el extremo sur del país.  

"Entiendo por completo que he sido lo suficientemente afortunada para ser elegida y ser una jugadora de rugby semi-profesional... ¡algo por lo que las abre-caminos antes de mí trabajaron mucho! ¡Estoy eternamente agradecida con esta mana wahine (feminidad en maorí) y que seamos nosotras las que cosechemos estos resultados! Pero luego de una década, estoy empezando a sentir el peso de esta loca, bendita, frenética, DURA y, aún así, gratificante vida", reflexiona la actual jugadora de los Chiefs.

Por último, Alley cierra con el siguiente mensaje: "Esta no es una queja. Es solo la realidad. Es por esto que seguiré peleando para que las futuras estrellas de la Farah Palmer Cup, el Super Rugby y las Black Ferns tengan una carrera sustentable. No nos podemos conformar con esto ya que, si las increíbles mujeres que estuvieron antes de nosotras se hubieran conformado, hoy no estaríamos aquí. Estoy agradecida. Pero siendo totalmente honesta, también estoy cansada de que me digan que 'solo sea agradecida'. ¿Cuándo podremos pararnos y decir que merecemos más sin que nos hagan sentir como que somos demandantes e ingratas?"

Chelsea nos deja muy claro en su carta que el rugby de mujeres en Nueva Zelanda aún tiene mucho por lo que trabajar, a pesar de las recientes victorias. No todo es como se muestra durante el fin de semana. El deporte espectáculo tapa unas problemáticas que corroen los cimientos del país más poderoso del rugby femenino. De momento, hay una pequeña esperanza de que el deporte profesional llegue de una vez por todas a la tierra de las Campeonas del Mundo.



Fotógrafo: Instagram @chelseaalley13

Fuente: Matías Matus Acebo