El día del amigo y una magnífica idea que culminó en un reunión que tuvo como anfitrión a Roberto Ricci del Club La Salle quien por el día del amigo reunió en su domicilio a más de 50 personas de 15 clubes de la URBA para festejar el día del amigo, en una gran velada, en donde los recuerdos, la amistad y el rugby fueron el eje central de una hermosa noche.
Fue todo programado con antelación, y Rugby Champagne invitado hace más de un mes por el dueño de cada: Roberto Ricci, un amigo desde hace más de 35 años cuando comenzábamos junto a Hernando De Cillia a trabajar y cubrir rugby en el diario La Nación con mayores y juveniles, sábados y domingos.
Mucha gente de aquella época, a la que muchas veces durante el año los llamábamos cada sábado y domingo desde el teléfono (no había celulares) para saber los resultados de sus partidos y poder armar las tablas y publicarlos, a quienes con el correr del tiempo fuimos conociendo también en aquel “Grupo Afinidad” que habían creado ellos mismos para juntarse los lunes en una reunión y posterior cena en la mismísima URBA, fueron quienes también estuvieron presentes en esta inolvidable velada.
Una noche mágica, de encuentro entre amigos de verdad, en la que justamente se brindó a las 00.00 en punto con una copa de champagne para festejar ese comienzo del 20 de Julio.
EL DÍA DEL AMIGO
Y allí estuvo Rugby Champagne, como desde hace 28 años junto al rugby de clubes; al rugby de estos amigos que unos ve en la foto y que siguen poniéndole el hombro a cada uno de sus clubes (hijos como algunos le llaman) y juntándose, riéndose y haciéndose bromas como pibes del colegio primario, y más allá de las piñas de otras épocas y de los resultados ocasionales que puede deparar un partido sábado a sábado, hicieron notar el respeto por cada uno de sus pares.
Una noche en donde los verdaderos valores del rugby, como la educación, el respeto se vieron coronados con una anécdota que debieron contar desde cada club. Así, fueron pasando luego de la cena y el postre cada referente de los clubes presentes para rememorar recuerdos, descubrir historias y finalmente poder compartirlas entre amigos.
Emoción, risas y porque no decirlo, lágrimas corrieron en esas horas de reencuentro. Y porque todo eso resumen la amistad, esos gladiadores de las décadas del 60 y 70 ahora peinando canas o calvos, rememoraron sus historias y anécdotas que a este periodista le resultaron únicas en sus oídos y emocionantes desde el corazón.
Imposible escribirlas a todas, es para juntarse con cada uno de los presentes y ponerse a escribir el libro de anécdotas.
Pero me quedo con una que resalto, porque no solo nos hizo reir sino porque también nos dejó ver el compromiso de estos voluntarios del rugby, de estos hombres que hace décadas hacen de nuestro deporte un culto y que le ponen su cuerpo a diario para que se juegue como sea rugby, para seguir con el legado.
La anécdota del pito:
En la vieja cancha del CAR, allá n el kilómetro 42.5 camino a Mar del Plata y con todo listo para jugar el encuentro, el árbitro del partido se dio cuenta que se había olvidado el silbato, por lo cual se lo comunicó a alguien del club para que consiga uno.
Allí salió a buscar como fuera ese pito antes de que sea la hora del inicio del match y para no dejar colgados a todos los jugadores que habían llegado hasta allí a jugar al rugby.
Repito, kilómetro 42.5, El Pato, no como hoy que el CAR cuenta con su reducto en Avellaneda – ue también supimos por esas anécdotas que pudieron ser otros dos - . La cuestión es que no había forma de que aparezca el dichoso “pito” y el encargado no podía resignarse a que no se jugara. Pero… casi como por arte de magia apareció “un heladero” vendiendo sus palitos, bombones, tacitas y haciendo sonar “la salvación”.
Por supuesto que ese silbato no se podía escapar, queda claro que no fue nada sencillo convencer al vendedor y que ese pito salió más caro que todos los helados que tenía en su bicicleta para vender, pero fue la solución buscada y como suele ocurrir con todos estos anónimos voluntarios de nuestro deporte ovalado; el dinero pasó a ser lo de menos para que aquel partido comience y finalice con el pitazo del juez.
Una noche de recuerdos y emociones en donde se aplaudió de pie a algunos amigos que hicieron mucho por esta AMISTAD y que lamentablemente partieron de gira hace un tiempo (Enrique Piantelli y Carlitos Locatelli, entre otros)
Una reunión que esperamos se vuelva a repetir cada año y de la que ayer por la noche estoy seguro que el rugby se debe sentir orgulloso porque todos esos amigos que hoy ven en esa foto y desde la iniciativa de Tito, Lolo y Jorge Ausina – que no pudo estar presente - pudieron verse las caras y disfrutar de una noche única; y no hicieron más que darle el valor que tiene la amistad en nuestro deporte; ese que muchas veces es cuestionado y hasta maltratado por algunos que no saben ni conocen de lo que hablan.
En una noche en donde arranque con un día del amigo distinto quería compartir con Uds lectores esa reunión que nos dejó muy en claro por donde pasan los verdaderos valores y el espíritu del rugby y de la amistad.
Por eso agradezco el poder haber dicho presente y estado tan a gusto con muchos amigos que me dio el rugby a lo largo de estos más de 39 años de seguirlo cada día.
Salud para todos y FELIZ DÍA DEL AMIGO Muchachos, y que vuelva a repetirse el año que viene!.
Fotógrafo: Rugby Champagne
Fuente: Jorge Ciccodicola