Primera División A

Un hecho que no debe volver a repetirse

Un hecho que no debe volver a repetirse

Lo que se suponía sería una jornada de disfrute, terminó con un ataque de angustia para Bernardo Bassi, que este sábado fue a ver el partido de rugby de su club, Deportiva Francesa, y fue maltratado y hostigado por tener el Certificado Único de Discapacidad (CUD). Fue después de una intensa lucha que Bassi pudo obtener el CUD, tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) por el que casi pierde la vida.

Pero este sábado, al llegar al Buenos Aires and Cricket Rugby Club, sufrió lo que consideró como un acto de discriminación. “Me maltrataron mental y psicológicamente, me hicieron sentir un delincuente por un simple lugar de estacionamiento, exigiéndome que muestre mi discapacidad, poniendo en duda todo el esfuerzo y trabajo que costó conseguir la documentación y los certificados que avalan lo que me pasó”, comenzó el relato en su cuenta de Facebook.

Y continuó: “Cuestionando mi esfuerzo para poder hacer cosas comunes a mi ritmo y como puedo, según el criterio de esta gente para ser discapacitado tenés que estar en silla de ruedas y dejar que la vida pase, en vez de vivirla como puedas y con tus limitaciones, pero siempre vivirla”.

Para Bassi, que llegó a BIEI con ganas de disfrutar de un día de rugby, su gran pasión, el día terminó con lágrimas y “una herida muy grande por los gritos, los insultos, la falta de respeto y, lo más doloroso, la falta de disculpas”.

Fue cuando bajó del vehículo, estacionado en el lugar indicado para gente con discapacidad, que se le acercó una persona a preguntarle quién era el discapacitado.

Ante la respuesta de Bassi, quien se presentó como presidente de BIEI comenzó a increparlo asegurándole que “yo te veo muy bien”.

“Decime cuál es tu discapacidad, porque te veo que bajás cosas, manejás, cuál es tu discapacidad”, siguió. Ante la desconfianza de esta persona, el entrenador de Deportiva le mostró la oblea de discapacidad con sus datos.

Con profunda impotencia y angustia por el momento vivido, vio el partido del club de sus amores pero, al volver a su casa, se hundió en un mar de lágrimas.

Finalmente, Bassi, que ya realizó la denuncia ante el INADI, reflexionó: “El mundo está lleno de ignorantes y malos hábitos. Voy a superar esto pero la tristeza y el dolor son demasiado para alguien que sólo quiere vivir la vida lo mejor que pueda”.

 

Fuente: Pilar a Diario.